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"GRANDES ÉXITOS" : Jorge Javier Vázquez vuelve al teatro


Más allá de muchos calificativos (y descalificaciones) que ahora no vienen el caso, hubo quien se tomó “Iba en serio”, el debut de Jorge Javier Vázquez como actor y cantante, como un mero capricho; otros se quedaron con la idea de que era un sueño acariciado durante largo tiempo, una espinita que el presentador se sacaba y, por más que los teatros se llenasen y el público fiel durante tantas horas de televisión aplaudiese con fervor (y así lo puede corroborar quien lo vivió), nadie pareció caer en la cuenta de lo que el título del espectáculo (extraído del verso de Jaime Gil de Biedma que, asimismo, le sirvió para titular su primera novela –“La vida iba en serio”-) advertía y el propio interesado recordaba en cuanto tenía la más mínima oportunidad: ese espectáculo era, tan sólo, el comienzo de una aventura que se pretendía larga y fructífera y que, en realidad, ya había comenzado con la producción del primer montaje de “Miguel de Molina al desnudo” que también dirigió Juan Carlos Rubio, el respetado dramaturgo y director que llevó la batuta (teatral) de aquel musical. Y ha sido Juan Carlos Rubio quien ha pergeñado el vehículo perfecto para que Jorge Javier siga dando pasos en esta nueva carrera, escribiendo una función que podrá verse en el Teatro Rialto de Madrid a partir del 15 de enero de 2018: “Grandes éxitos”.



Aunque el protagonista se llama igual que el intérprete y presenta un programa de televisión llamado “Sálvame”, Juan Carlos Rubio juega con la ficción y la realidad para imaginar un Jorge Javier Vázquez al que le ofrecen grabar un disco y acepta el reto pero poniendo tres condiciones: que sea en directo para que no haya sospechas sobre su voz, que se titule “Grandes éxitos” porque a su edad no quiere ir de debutante y que en una de las canciones le acompañe alguien a quien se refiere como “ella”. Esa mujer no es otra que la famosísima Blanca del Bosque (a la que dará vida la polifacética Marta Ribera), una diva en horas muy bajas que se enemistó con el presentador porque la dejó a los pies de los caballos (de sus colaboradores) cuando visitó el plató de su programa hace algún tiempo. La comedia transcurre durante el ensayo general del concierto, por lo que canciones muy populares (y alguna compuesta para la ocasión) salpimientan y complementan la acción, tienen mucha importancia dramática tal y como avanzó Juan Carlos Rubio en la reciente presentación a los medios, “no olvidemos que se está gestando un concierto”, por lo que habrá cuatro músicos en escena, uno de ellos quien ya fuese director musical de “Iba en serio” (labor por la que fue premiado) y que vuelve a asumir esas funciones en “Grandes éxitos”, el imprescindible y virtuoso Julio Awad, toda una institución en el teatro musical español gracias a obras como “La bella y la bestia”, “My Fair Lady”, “Avenue Q” o la muy reciente reposición de “Evita”. También repite como coreógrafo Federico Barrios, de las luces se ocupa Juanjo Llorens y Fermín Romero lo hará del vestuario, mientras que el escenógrafo es Curt Allen Wilmer y completan el cuarteto actoral Alejandro Vera (galardonado y muy elogiado por su trabajo en “Iba en serio”) y Beatriz Ros; cuando se le dice a Jorge Javier que busca a los mejores responde que “ya está pasado de moda aquello de rodearte de gente que no te quite protagonismo, actuar así va en contra del espectáculo, hay que aspirar a contar con los mejores, que es de los que se aprende”.


izq a dcha: Julio Awad, Alejandro Vera, J.J.V., Marta Ribera, J.C. Rubio


Y no cabe duda de que Marta Ribera es, por derecho propio, una de las grandes de nuestra escena, sobre todo en lo que a teatro musical se refiere; de hecho, aún está muy reciente su magnífica encarnación de Fräulein Schneider en el “Cabaret” que dirigió Jaime Azpilicueta y que, precisamente, se estrenó en el Rialto en cuyo patio de butacas la actriz charla unos minutos con nosotros: “Llevaba como un año y pico sin entrar, no volvía desde que terminamos las funciones aquí, y en seguida he empezado a recordar rinconcitos, he empezado a tararear canciones, es una sensación bonita”. En la presentación, Juan Carlos Rubio y Jorge Javier Vázquez han catalogado a su personaje como “diva trasnochada” y a ella le hace mucha gracia esta denominación porque “todos tenemos algo de trasnochados, ¿no?, eso no es otra cosa que la mochila, lo que hemos ido dejando atrás, aquello que cargamos a la espalda”. Lo que sí le gusta dejar claro (con una sonrisa y sin segundas intenciones) es que Blanca del Bosque es un personaje de ficción: “No se puede personificar en nadie, no hay que especular con a quién se parece, no se llegaría a ninguna conclusión certera porque no es la intención con que Juan Carlos aborda el personaje ni quiere que imite a no sé quién en esta parte o aquella de más allá en la otra, algo que tampoco me motivaría como actriz”. Marta continúa de gira con “Sueños”, la adaptación de José Luis Collado de la obra de Quevedo que dirigió Gerardo Vera, demostrando su versatilidad y profusión de recursos y talentos: “Necesito cantar, bailar, saltar, reconozco que soy un culo inquieto, pero no quiero renunciar a proyectos como “Sueños” porque me aportan mucha paz. Pero, como soy hiperactiva, si paso mucho tiempo sin bailar me subo por las paredes, lo mismo me pasa con cantar: lo necesito”. En la rueda de prensa, Jorge Javier le ha gastado la broma de decirle esa frase tan poco afortunada de “me gustas desde que era pequeño” y le damos la oportunidad de que se la devuelva: “¡Pues claro que le veía hace años, jajaja! Al margen de la guasa, siempre he creído que hay que verlo todo, leerlo todo, probarlo todo, ¿por qué no? Sólo así sabes lo que te gusta de verdad y puedes opinar con conocimiento”.


izq a dcha: J. Awad, Federico Barrios, A. Vera, M. Ribera, Beatriz Ros, J.J.V. y J.C. Rubio


Jorge Javier Vázquez se quita de encima el personaje televisivo para ponerse el que Juan Carlos Rubio ha creado a partir de algunas cosas reales y de otras que ha imaginado o recreado (“Es fantástico cómo Jorge acepta reírse de sí mismo, de la imagen que puede transmitir o que los demás se han hecho a lo largo de tantos programas”), un alter ego que no es tal como sí lo fue en “Iba en serio”, alguien con quien comparte muchas cosas pero del que le separan otras tantas, alguien que le va a reclamar interpretar mucho más, aunque reconoce que aún se ve como un aprendiz y que lo de ser llamado “actor” le agrada pero le resulta demasiado: “Me gusta mucho hacer teatro, es algo con lo que disfruto, pero esas son todavía palabras mayores. Por el momento, me quedo con el hecho de poder desarrollar una pasión y empezar una profesión, todo un regalo cuando se tienen 47 años y de poder aplicar todo lo que aprendí con “Iba en serio”, porque sobre todo los ensayos fueron duros, ¡aquella ola de calor en los Teatros del Canal!, pero ahora tengo muchas ganas de retomar el trabajo”. Juan Carlos Rubio tuvo la idea, se la presentó a Jorge Javier, él la aceptó, el espectáculo se fue armando y aparecieron las canciones como parte fundamental del mismo: “La selección ha sido muy divertida y ha tenido su aquel: a veces nos volvíamos muy locos y pensábamos en canciones muy absurdas que podían romper e impactar, ¡y algunas se han quedado, por el momento no cuento más!”.



El autor y director anuncia que, en general, el público reconocerá las canciones con los primeros acordes y/o versos, el protagonista explica que “hay temas de épocas muy diversas, algunas fueron muy comerciales, creo que la mezcla sorprenderá y gustará porque hay un poco de todo”. Marta Ribera ha señalado en la rueda de prensa que Jorge Javier aporta una energía muy particular, la del comunicador que capta muy rápido el sentir del público y tiene muchas horas de directo a sus espaldas, mientras que él destaca de su compañera su condición de animal escénico que hipnotiza plateas y focos de luz, pero ambos están convencidos de que se producirá una química arrolladora “porque ha surgido desde el primer momento”, en palabras de la actriz. “Marta Ribera es alguien a quien sigo y admiro, estoy muy contento de trabajar con ella, motiva muchísimo”. Jorge Javier es consciente de que ciertas espadas seguirán en alto pero no es algo que le preocupe especialmente puesto que ya está curtido en este asunto de los odios irredentos: “Me da igual como pueda sonar, pero lo que me preocupa es que el teatro esté lleno. Y quedar satisfecho con lo que hago y notar que el público lo pasó bien. No pretendo tapar bocas ni nada por el estilo, de verdad: sólo poder hacer aquello que me gusta y si encima ese trabajo gusta a otros, ¡muchísimo mejor!”.

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