FERNANDO RAMALLO: "En las tablas siento que soy útil como persona"
Para toda una generación de espectadores el nombre de Fernando Ramallo se relaciona con un tipo de cine ya extinto en el panorama patrio, con una forma de entender el séptimo arte que conducía hasta nombres fundacionales del arte cinematográfico nacional: Fernando Fernán Gómez, Berlanga, Vicente Aranda o Fernando Trueba.
Pero, lejos de quedar atrapado en un pasado artístico notable, Fernando Ramallo ha ido constituyéndose en puente comunicante entre aquellos tiempos de sus niñez y adolescencia prodigiosas y un presente prometedor cargado de experiencia vital, sabiduría profesional y voluntad triunfante.
Actualmente, Fernando Ramallo forma parte del cuarteto protagónico del nuevo montaje de UN DIOS SALVAJE (Actualmente y hasta el 24 de abril en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid) donde da sobradas muestras de un espléndido aprendizaje personal y actoral.
“La incomunicabilidad es la fuente de toda violencia.” (J.P. Sartre) . Una de las premisas fundamentales sobre las que se asienta el afilado artefacto dramático que Yasmina Reza ideó para UN DIOS SALVAJE, es la falta de voluntad para comprender al otro. ¿Fue sencillo llegar a un entendimiento actoral en el cuarteto protagonista que conformas junto a Jaime Zataraín, Maia Sur y Lidia Navarro?
Sí, fue sencillo porque todos estábamos encantados con el proyecto y queríamos que saliese lo mejor posible. Nuestra entrega colectiva hacía que cualquier escollo se superase de manera rápida. Lo más complicado fue llegar a tener todos un tono actoral común, es decir, estar naturales cuando se requería y estar más histriónicos o energéticos cuando el texto avanzaba.
“La paz es una disposición a la benevolencia, la confianza y la justicia.” (B. Spinoza). Michel, tu personaje en la obra, es quien posee un espíritu verdaderamente conciliador dentro de los distintos conflictos que van estallando a la largo de la función,, y sin embargo también resulta derrotado…¿Compensa abogar por la benevolencia en las relaciones humanas?
Michel sí lo cree aunque sus esfuerzos no vean un resultado en el momento. Estoy seguro de que si la obra durase más tiempo y se viera qué pasaría tres horas después, una vez que se hubiesen ido Alain y Anette, Michel y Veronique estarían más cómodos con la energía conciliadora y positiva de Michel.
(de izq. a dcha: Jaime Zataraín, Maia Sur, F. Ramallo y Lidia Navarro, cuarteto protagónico de UN DIOS SALVAJE)
“Toda la gente cruel se describe a sí misma como el parangón de la franqueza.” (Tennessee Williams). La gran paradoja que encierra el divertido texto de Yasmina Reza es que tanta violencia encierra la hipocresía social como la sinceridad desmedida… ¿Dónde crees que se halla el punto medio para equilibrar nuestro trato con los demás?
Eso es algo que a mí me encantaría saber hacer bien, ser asertivo. Hay que ser sinceros pero valorando siempre el momento, a quién tienes delante y su capacidad de autocrítica y cómo se pueden decir las verdades a otra persona de manera constructiva. Por supuesto hay que plantearse también qué es la verdad absoluta y si uno es dueño o no de eso.
“La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa.” (Mark Twain). En este nuevo montaje de UN DIOS SALVAJE habéis acentuado la hilaridad inherente a los diálogos y situaciones imaginados por Reza y el público responde con carcajadas detrás de las cuales no siempre se quiere reconocer en algunos de vuestros personajes… ¿Cómo trabajasteis el humor cruento del texto para no caer en el histrionismo y hasta qué punto te reconoces en esas situaciones?
La ironía es muy importante. El texto ya de por sí es crítico, ácido y muy directo en ocasiones. No hay que subrayar eso. Hay que confiar en la fuerza de las palabras de la autora y en cabalgarlas enfatizando lo menos posible. La fuerza no la tiene que poner el actor, ya estaba escrito así. Sólo hay que comunicar.
“Excelente cosa es tener la fuerza de un gigante, pero usar de ella como un gigante es propio de un enano.” (W. Shakespeare) Alain, el rol desempeñado por Jaime Zataraín, únicamente tiene como credo la ley del más fuerte… En un entorno profesional tan duro y competitivo como el tuyo, ¿qué tipo de fortaleza es precisa para sobrevivir?
Supongo que te refieres al entorno del actor. Si es así, creo que hay que tener una autoestima fuerte. Ojo, no ego. El ego en un actor es necesario pero también hay que saber domarlo. Yo manejo bien la teoría pero la práctica me puede. Es algo tan sutil y tan fuerte a la vez que es muy difícil. Hay que cuidar la envidia y morderte la lengua con muchas injusticias. Pero esto pasa en cualquier otro trabajo, también.
F. Ramallo (Michel) con Lidia Navarro (Verònique)
“Una sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado.” (C. Baudelaire). Con Carreteras secundarias (1997) lograste una candidatura a los Goya como mejor actor revelación, desde entonces hasta el momento presente tu carrera ha transitado por cauces “principales” y “secundarios”… ¿Qué enseñanzas has extraído de ello?
Que por mucho que prepares bien el personaje, que hagas una buena interpretación el trabajar más o menos como actor no depende sólo de eso. Depende de cómo te relaciones con la gente, qué contactos tengas, estar en el lugar adecuado y sobretodo ser discreto. Y una vez más te digo que eso es la teoría. Dominar la teoría y la práctica es muy complicado.
F. Ramallo junto a Maribel Verdú en Carreteras secundarias
“La gota horada la piedra, no por su fuerza, sino por su constancia.” (Ovidio) . Contar en tu trayectoria actoral con un deslumbrante debut cinematográfico como fue La buena vida (1996) o una película de culto como Krámpack (2000), ¿ha hecho que luego, en años complicados, mantener una constancia en tu propósito de ser actor resultara más difícil?
Pasa algo que es que, aunque todos sepamos cómo es la profesión y que todos los actores tengan rachas de más o menos trabajo, yo sí noté que cuando trabajaba menos en el cine( pero más en teatro) se me exigía más que a alguien que empieza desde cero y va haciendo cada vez papeles más relevantes. Al ser más conocido más gente te dice eso de : -Últimamente no te veo mucho, eh? Pero yo ahora tengo más experiencia en teatro y estoy muy orgulloso porque para mí es lo más difícil como actor. También es lo más agradecido. Una vez que te subes al escenario eres dueño de tu trabajo.
Jordi Vilches y F. Ramallo en Krámpack
“Un guerrero puede cambiar sus armas, pero no su corazón.” (E.R. Burroughs). Mucho han cambiado las cosas desde los tiempos de El corazón del guerrero (1999) en el panorama cinematográfico respecto a las demandas de las productoras televisivas y las políticas de casting. Recientemente has criticado la invisibilidad de los actores que no tenéis una serie de moda a la hora de postularos para un papel en cine….
Sí, la industria cambió radicalmente. Yo recuerdo cenas con Fernán-Gómez, Agustín Díaz Yanes, Resines, Fernado Trueba…y quedarme hasta las tantas escuchando la experiencia de esa gente que daba prioridad a los guiones, a las historias, la fotografía, más que a la taquilla, el dinero y qué cadena de televisión había detrás. Porque antes no tenían tanta importancia las televisiones. Había” productoras de cine”. Ahora si no tienes un canal de televisión potente detrás de tu proyecto cinematográfico es complicado que vea la luz. Posible, pero muy difícil. Se decía que el cine español no tenía industria…bueno ahora hay industria. ¿Qué tipos de películas hay? ¿Era mejor el cine español cuando iba al festival de Berlín, al de Cannes o las películas se vendían en todo el mundo aunque no reventasen la taquilla en España? Cada cual tendrá su opinión.
Neus Asensi, Joel Joan y F. Ramallo en El corazón del guerrero
“Nada ha cambiado desde Caperucita Roja enfrentando al lobo malo.” (Alfred Hitchcock) Cuervos, la última película que has rodado se anunció como un prometedor thriller de suspense para terminar rodeada de toda una jauría de polémicas que hacen peligrar su estreno… ¿Qué ha pasado?
Espero que realmente se investigue eso. Pero se habló de bajo presupuesto, luego parece que había más dinero, por otro lado pudo haber maniobras políticas, cierre de empresas asociadas a la película, en fin…Ya no quise saber más del asunto. Ha pasado en muchas otras películas y por desgracia seguirá pasando. Yo soy actor y sinceramente, se me escapan muchos datos de la producción. Pero lo bueno es que hay gente, como mi amigo Zoe Berriatúa que dirigió su estupenda ópera prima, con una tercera parte del presupuesto de Cuervos y su film viajó por los festivales de todo el mundo y ganó muchos premios.
Junto a Lucía Jiménez en La buena vida
“Un alma se mide por la dimensión de su deseo.” (G. Flaubert de Madame Bovary) En teatro has hecho trabajos tan interesantes como el Leo de Madame Bovary o este Michel de UN DIOS SALVAJE, pasando por el arduo universo del teatro infantil…¿Qué te han dado las tablas que no te hayan proporcionado el cine y la televisión?
En las tablas siento que soy útil como persona. Sirvo para algo, hago que la gente ría, llore, se enfade…Siempre tuve complejo porque un actor no hacía grandes cosas por los demás como los médicos, los bomberos, los profesores.. Pero veo que la gente necesita estar en contacto con sus emociones, sentirse viva y eso me hace muy feliz. Y también digo, siendo más egoísta, que cuando te subes al escenario te sanas. Tengas lo que tengas.
(Izq a dcha: F. Ramallo, Armando del Río, Ana Torrent y Juan Fdez en Madame Bovary)
“La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.” (Paulo Coelho) Además de la larga vida que deseamos para este UN DIOS SALVAJE.. ¿Qué otros proyectos o sueños profesionales tienes?
Tengo una obra de teatro después, que se retrasó por mi incorporación a escrita por Zoe Berriatúa y que tengo un papel precioso, con mi amigo actor Ismael Fritschi que va a dar mucho que hablar. Y otro proyecto teatral, de Miguel Ángel Cárcano con actores que quiero, como Fede Celada, Vito Sanz o Guillermo Barrientos.