JULIETA SERRANO: Una dama de la escena
Podcast DESTINO: WONDERLAND @destinowonder: http://prnoticias.com/podcast/ondaarcoiris/cultura-lgtb/20149016-julieta-serrano-dama-de-la-escena-destino-wonderland
En esta ocasión, Destino Wonderland sale del estudio para acudir a la cita con uno de los grandes nombres de la interpretación, una espléndida y carismática actriz que ha sabido combinar a la perfección calidad con popularidad. Hablamos de Julieta Serrano, la cual nos recibe en el Teatro Fernán Gómez de Madrid donde representa hasta el próximo 14 de febrero Ninette y un señor de Murcia de Miguel Mihura, con la que continuará una gira que se prevé larga y exitosa a juzgar por las reacciones y comentarios de los espectadores que ya han disfrutado de y con la función.
Julieta Serrano quedará siempre en la memoria como icono de los años 80 gracias a su personaje en Mujeres al borde de un ataque de nervios de Pedro Almodóvar, pero su impresionante trayectoria supone recordar títulos tan inolvidables como Mi querida señorita de Jaime de Armiñán, Carne apaleada de Javier Aguirre o Cuando vuelvas a mi lado de Gracia Querejeta. Pero, por encima de todo, Julieta es actriz de teatro, medio en el que ha dejado muy clara su versatilidad: "aunque parece que he tenido tendencia a lo trágico" (y el caso es que es una fantástica actriz de comedia -y de lo que se proponga-).
Desde aquel, considerado con toda justicia, histórico montaje de Las criadas de Jean Genet junto a la no menos grande Nuria Espert, Julieta Serrano recuerda en nuestros micrófonos algunos de los hitos de su dilatada y fructífera carrera como, por ejemplo, La casa de Bernarda Alba o Doña Rosita la soltera de García Lorca, Largo viaje del día hacia la noche de Eugene O´Neill: “monté compañía sólo para hacerla, porque pensaba que nunca me la iban a ofrecer” nos dice. Además, recordamos también La profesión de la señora Warren de Bernard Shaw. Humana y muy cercana, hablando sobre su pasión, la vocación que sintió muy pronto: “soy autodidacta y llegué a Madrid cuando sólo era un pollito con ganas de aprender”, Julieta Serrano evoca a sus grandes amigas Berta Riaza y Alicia Hermida y a directores que confiaron en ella desde el principio como Miguel Narros o el ya mencionado Jaime de Armiñán.